Al contratar un seguro de vida, garantizas que tus beneficiarios reciban una cantidad económica pactada en caso de tu fallecimiento durante la vigencia de la póliza. Este seguro es ideal para el cabeza de familia o cualquier persona que aporte ingresos esenciales para el mantenimiento del hogar. Así, en caso de fallecimiento, la familia no se verá afectada económicamente.
Las necesidades de seguro de vida varían según las circunstancias familiares, como el estado civil, hijos a cargo, actividades de riesgo, inversiones y deudas pendientes (como hipotecas o préstamos).
El precio del seguro de vida se calcula principalmente según la edad del asegurado y el capital asegurado. El sexo también influye en la prima, ya que las tablas de mortalidad indican que las mujeres viven más años que los hombres.
Por defecto, este tipo de seguro se renueva automáticamente cada año, con una fecha de finalización que varía entre los 65 y 70 años, dependiendo de la compañía aseguradora.